Dedicamos esta cuarta copa a los judíos del mundo, especialmente a los que perecieron en el Holocausto, y a quienes lo sobrevivieron. El simple acto de supervivencia, de mantener vivo a un judío más, fue un acto de resistencia que requirió una valentía enorme, una voluntad de hierro y mucho amor.
Baruch atah Adonai Eloheinu melech ha'olam, borei pri hagafen.
Bendito eres Tú, Vida de los Mundos, quien crea el fruto de la vid. (Beber el vino o jugo de uva).